lunes, 11 de enero de 2016

Secreto #1 para una vida de confianza en Dios: La Oración



No se inquieten por nada, pero en cada situación, con oración y ruego, con acción de gracias, presenten vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4: 6-7

Dios ha estado trabajando duro en mi alma para enseñarme cómo confiar en Él y solo ... pero yo todavía no estoy allí. Si usted me preguntara ... le diría que no estoy ni siquiera cerca! Esta vez, su lección me ha llevado al cuarto capítulo de la Carta a los Filipenses, el cual me estoy dando cuenta es uno de mis lugares favoritos en la Biblia. Es una parte de la Escritura que me trae un gran consuelo y esperanza ... y en el camino a confiar en Dios, sentir su consuelo y su esperanza es primordial!

Aquí es también donde estoy descubriendo importantes secretos de la fe. No secretos como en aquellos que no debemos contar a nadie. Al contrario, cuando digo secreto me refiero más bien a pistas o pasos, consejos ... revelaciones para llegar a algún lugar o para lograr algo.

El secreto de hoy tiene que ver con cómo la oración conduce a la confianza en Dios.

En primer lugar, nos encontramos con la realidad de saber que el Señor está cerca! (Filipenses 4: 5) Por lo tanto, sabemos que podemos comunicarnos con Él en todo momento. Y la manera de establecer esta comunicación es la oración. La oración es como una línea directa con Dios que nunca está fuera de servicio. Es mejor que un plan de data ilimitado. Es como un plan familiar sin fronteras, que cubre todo el camino hasta el infinito y más allá!

Dios ha abierto la puerta a Él y el camino a través de su umbral es de rodillas.

El Altísimo, Nuestro Padre Celestial nos manda el mensaje, a través de las palabras de Pablo, de que NO debemos inquietarnos por nada! ¿Sabes lo grande que es escuchar eso para un alma ansiosa como la mía?! Es alucinante! Y el secreto para no estar ansioso es qué? Orar!

El secreto de la libertad de la esclavitud de la ansiedad es orar ... rezar ... pedir…y sobre todo, que se lo pidamos siendo agradecidos de ante mano.

Orar, es la constante comunicación con Dios acerca de todo lo que está pasando en mi vida. Orar es ofrecerle todas mis necesidades, miedos y tristezas a Él y confiar en que Él en su infinito amor y cercanía abrirá las compuertas de la paz ... y con esa confianza sentir como la paz nos inunda en su corriente. Tal dependencia completa en Él finalmente disolverá la ansiedad en las tranquilas aguas del Río de la Vida!

La oración, no tanto oraciones de pánico, pero oraciones plenas de confianza, apoyadas en el conocimiento de que la batalla ya ha sido ganada, independientemente de lo que la vida puede parecer en el aquí y ahora, es el primer secreto, el primer paso para una vida victoriosa y llena de confianza en el Altísimo.

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