viernes, 15 de enero de 2016



Por último, hermanos y hermanas, lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad. Filipenses 4: 8


Todos sabemos cómo la mente es una cosa maravillosa. Dios dotó a la humanidad con una herramienta tan poderosa que aún ni siquiera hemos empezado a descifrar más que un pequeño porcentaje del potencial de la mente. La humanidad ha descubierto y creado cosas realmente espectaculares gracias al desbloqueo del dispositivo más impresionante de la mente: la imaginación.

El poder de imaginar hace que el poder de la mente sea casi ilimitado. Los únicos límites que la mente conoce, cuando se trata de la imaginación, son los que nos imponemos nosotros mismos. El proceso de pensamiento que pasa cuando activamos nuestra imaginación es tan complejo que ni siquiera puede ser explicado sin usar nuestra imaginación ... el problema es que a veces, cuando permitimos que nuestra imaginación vuele sin control, puede llevarnos a lugares a los cuales realmente no queremos ir.

Este concepto se aplica a cualquier y todas las facetas de la vida. Personalmente, sin embargo, el mayor problema que tengo a la hora de dejar suelta a mi imaginación es que inevitablemente me lleva a los lugares de miedo que me causan gran ansiedad e incluso pánico. La cosa es que tengo una imaginación muy viva de tal manera que a menudo pierdo el sentido de la realidad y empiezo a creer que lo que está en mi mente es verdaderamente real ... por lo entro en un estado de ansiedad y pánico auto-inducidos.

Es agotador ...

Por eso me encanta el pasaje de hoy de Filipenses 4. Me ayuda a reenfocarme. Me recuerda que, a pesar de lo difícil que puede ser para lograrlo, estoy en control de lo que está en mi mente. Solo se necesita ser intencional establecer algunos límites.

La Escritura es clara sobre este tema. Dios quiere que estemos alerta y que estemos muy conscientes de lo que dejamos divagar en nuestra mente ... Él quiere que la remodelemos y la renovemos para que así podamos descubrirlo a Él:

Y no se adapten (no se conformen) a este mundo[a], sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto. Romanos 12: 2

¿Y cómo exactamente podemos lograr hacer eso?

No es fácil. Sin embargo, con la oración y el trabajo duro, es posible en el Señor!

Comenzamos con una oración. Oramos para que El Espíritu Santo nos guíe y nos fortalezca. Oramos para que el Señor nos transforme y nos dé disciplina para poder ser estrictos en cuanto a lo que permitimos que entre en nuestras mentes. Oramos para que El Espíritu Santo nos ayude a ser intencionales sobre lo que entretenemos en nuestros pensamientos.

Seguimos así, dando pasos hasta lograr saturarnos de todo "lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, si algo digno de alabanza" ... y hasta lograr que nuestros pensamientos se enfoquen en esas cosas en vez de pensar acerca de las cosas que tratan de destruirnos. Seguimos paso a paso hasta lograr inundar nuestro cerebro con la Palabra de Dios!

Luego, a medida que inundamos nuestra mente con todas las cosas de Dios, nos mantenemos alerta. Tratamos de mantenernos lo suficientemente alerta para poder atraparnos a nosotros mismos en el acto de caer en la tentación de entretener pensamientos tóxicos, y poder, en vez, encender el interruptor de la Palabra cualquiera sea la forma en la que la misma nos sea más fácilmente accesible en ese momento. Y, puesto que los caminos comienzan a estar resbalosos generalmente en momentos de ocio, debemos seleccionamos conscientemente las mejores actividades para rellenar o pasar nuestro tiempo libre.

En mi caso, trato de tener siempre la música cristiana encendida. Casi nunca escucho nada más, por lo que la Palabra a menudo viene a mí en la cantos. Si lleno mi cerebro hasta el borde de la música cristiana a lo largo del día, se me hace difícil pensar en algo destructivo. Algunos pueden ser ávidos lectores, bueno, no hay nada más eficaz para activar la imaginación que la lectura. Por lo tanto, una cuidadosa selección de nuestro material de lectura tendrá un gran impacto en nuestro proceso de pensamiento. Al igual que estos, cualquier otra cosa que hacemos para llenar el tiempo tendrá el potencial de influir en cómo manejamos nuestros pensamientos ... para bien y / o para el mal. Esta es la razón por la cual es saludable autoimponerse ciertos límites autoimpuestos.

No es una cuestión de ser legalista y sufrida a fin de alcanzar la perfección de una vida de sólo pensamientos puros. Eso no es para nada lo que estoy diciendo ... combatir contra el mal con el mal nunca es el camino.

Lo que estoy diciendo es que debemos tener en cuenta cada vez que estemos eligiendo qué hacer con nuestro tiempo libre, que:

"Todo está permitido" - pero no todo es beneficioso. "Todo está permitido" - pero no todo es constructivo. 1 Corintios 10: 23

La elección de lo que es beneficioso y constructivo es nuestra tarea. Por lo tanto, busquemos como mejor redimir nuestro tiempo! (Efesios 5: 16) La recompensa de renovar nuestras mentes y redimir nuestro tiempo es cada vez estar más cerca de conocer el plan de Dios para nuestras vidas ... y es entonces así que la confianza en verdad comienza a fluir. Una vez que estemos conscientes de la perfección de la voluntad de Dios para nosotros, nada sería capaz de sacudir nuestra confianza en Él.

Así que el cerebro es una cosa maravillosa. El mismo nos puede llevar a un conocimiento más profundo de Dios y puede abrir la puerta a una vida de dependencia y confianza en Aquel que ha diseñado tan increíble herramienta.

* ¿Puede pensar en ninguna manera de empezar la renovación de su mente gracias a la cuidadosa selección de las cosas que haces para pasar el tiempo?

* ¿Puedes pensar en maneras en que puedas redimir su tiempo?

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