jueves, 7 de enero de 2016

El Gozo Siempre Está Cerca



Regocijaos en el Señor siempre. Voy a decirlo una vez más: ¡Regocijaos! Filipenses 4: 4



Como dije ayer, me gustaría comenzar el nuevo año con una serie de escritos sobre el tema de la confianza. Esta serie se basa en varios segmentos del libro de Filipenses, en particular el capítulo 4. El versículo de hoy me parece más que apropiado ya que el mismo nos anima a regocijarnos.

El comienzo de un nuevo año parece siempre ser, al menos para mí, personalmente, una época de emociones encontradas, por lo que resulta muy conveniente que cuando me desperté, mi hijo más joven Dylan estaba viendo la película Inside Out de Disney Pixar. Si usted no ha visto esta película, los invito a que la vean. Creo que va a ser una buena inversión de 1 ½ horas de su vida.

Sin entrar en mucho detalle, uno de los temas de la película es la realidad de que al crecer nuestras emociones se vuelven más complicadas. Vamos de la simpleza de una infancia llena de alegría a la intensidad de una adolescencia desordenada hasta que un día aterrizamos en la complejidad de la edad adulta, que implica una vida interior matizada d una amplia gama de emociones. Cada circunstancia, a medida que crecemos y maduramos, no es mono-emocional. Todo lo que atravesamos como "adultos" está teñido por una multitud de emociones que hacen que cada situación sea emocionalmente heterogénea.

Por ejemplo, hay circunstancias que consideramos como trágicas o tristes, las cuales pueden ser sólo el preludio de un gozo inexplicable y una abundante paz. El miedo puede dar paso a la fuerza. En fin, es posible que la razón por la cual experimentamos retos sea porque necesitamos encontrar el camino hacia la humildad…la humildad de reconocer que no todo está en nuestras manos, sino en las Manos de Dios.

Como hijos de Dios sabemos estas cosas. También sabemos que sin importar la circunstancia, es siempre posible experimentar el gozo ... porque el gozo es una actitud mental no una emoción. El gozo espiritual es el resultado de una mente y un alma llena de la presencia de Dios y dirigida por el Espíritu Santo. El gozo es la decisión que tomamos de ver la vida como una serie de aventuras en las que tenemos el privilegio de embarcamos con Jesús al volante, en lugar de verla como un pozo de oscuridad que estamos tratando de simplemente sobrevivir. La alegría que da el gozo es la seguridad de que nuestro nombre está escrito en el Libro de la Vida. La alegría del gozo es saber que el mismo Dios que hizo las galaxias, conoce nuestro nombre y nos sostiene en la palma de su mano. El gozo se encuentra en aceptar que no es por nuestro propio quehacer, sino por lo que hizo Jesús que somos salvos. El gozo es saber que no importa cuántas veces nos equivoquemos, fallemos, nos tropecemos y caigamos ... Él está allí, Él nos tiene, y nunca nos va a dejar ir.

Pablo nos dice que debemos regocijarnos "siempre" no sólo cuando las cosas van por nuestro camino ... sino todo el tiempo ... incluso cuando estamos tristes, con miedo, enojados o disgustados ... el tinte brillante del gozo espiritual siempre se puede encontrar detrás de cada memoria.

Oro para que en el 2016 el Señor nos llene con su presencia, porque es lo único que necesitamos para recordar que el gozo está siempre cerca.

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