jueves, 10 de marzo de 2016

Dios Proveerá



Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús. Filipenses 4:19

Siguiendo el tema del servicio a otros en plena confianza en Dios, hoy vemos la naturaleza paradójica de la economía de Nuestro Padre Celestial. En el Reino de Dios, en la medida en que ofrezcamos de nosotros mismos a los demás (Filipenses 4: 10, 15-18), Dios proveerá para todas nuestras necesidades. Y la mejor parte es que Dios no cumple con nuestras necesidades de acuerdo con las normas del mundo, sino de acuerdo a las riquezas de su gloria en Cristo!

La confianza crece a medida que damos y desinteresadamente nos ofrecemos a los demás, mientras que confiamos en que Él proveerá. La confianza crece a medida que compartimos con nuestros hermanos y hermanas en problemas mientras confiamos en que vamos a ser atendidos así como nosotros atendemos a otros.

Es un acertijo ... a los ojos del mundo todo esto puede parecer conceptos opuestos ... pero a los ojos de Dios ... es la manera de estar más íntimamente familiarizado con el significado de total dependencia de Él.

Que nos demos cuenta que a medida que nos damos a los demás, el olor fragante de nuestro servicio al prójimo subirá hasta el Trono de Dios y Nuestro Padre Celestial satisfará con creces nuestras propias necesidades no de acuerdo con la medida de lo que hemos dado, pero "según las riquezas de su gloria en Cristo Jesús. "

miércoles, 9 de marzo de 2016

Servir y Confiar



Demostramos nuestra confianza en Dios en la forma de servir y cuidar de los demás ... en nuestra disposición de entrega y en nuestro desapego a nuestras posesiones más preciadas. Y las posesiones no son sólo las cosas materiales. Expresamos nuestra confianza en el Gran Proveedor Divino cuando estamos dispuestos a servir a nuestros hermanos y hermanas, ofreciendo nuestro tiempo, nuestros pensamientos, nuestros talentos, nuestras oraciones e incluso nuestros seres queridos.


10 Me alegro muchísimo en el Señor de que al fin hayan vuelto a interesarse en mí. Claro está que tenían interés, sólo que no habían tenido la oportunidad de demostrarlo.

14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi angustia.

17 No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, sino que trato de aumentar el crédito a su cuenta. 18 Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado.

Filipenses 4: 10, 14, 17-18



Esta combinación de versos de Filipenses 4 me lleva de vuelta hace dos años. Yo estaba entrando en un proceso de tratamiento para el cáncer de tiroides, que a pesar de que no es tan devastadora como otros tipos de tratamientos ... fue, no obstante, una experiencia aterradora.

Como parte del tratamiento, tuve que estar aislada durante 5 días. Pasé esos cinco días en una casa sola. Sin embargo, no estaba sola. A través de las horas y los días, sentí una efusión de amor y oraciones que me cubrieron y me sostuvieron durante todo el proceso. Queridos amigos de mi casa-iglesia me trajeron comidas todos los días. Y los miembros de la nueva iglesia que habíamos empezado a asistir después de trasladarnos a otra ciudad, trajeron comidas a mi marido e hijos quienes se quedaron en casa mientras yo estaba aislada en otra residencia. Recibí notas de aliento y mensajes de esperanza en tarjetas, llamadas telefónicas, correos electrónicos y textos. La presencia del Espíritu Santo fue evidente a mi alrededor, en presencia de los que se tomaron el tiempo para expresar su amor en la ofrenda de sí mismos hacia mí en mi hora de necesidad. Desde luego, "gocé mucho en el Señor", cuando mis amigos mostraron su preocupación por mí. Y estoy segura; sus gestos eran, de hecho, "una ofrenda fragante, un sacrificio aceptable y agradable a Dios."

A medida que continúan compartiendo mis problemas, poco a poco, los actos de bondad de los que me rodean han contribuido a ayudarme en mi caminar hacia la confianza completa en El Señor... hacia la confianza total en su provisión. Oro para que, del mismo modo, a medida que continúo en mi camino, yo también aprenda que, al compartir los problemas de aquellos que van junto a mí en mi viaje, estoy cada vez más cerca de cruzar el umbral de la puerta hacia la plena confianza en Dios…porque Él es Digno y Fiel.

Que nuestra confianza y fe en nuestro Padre Celestial crezca más fuerte con cada oportunidad que tenemos para mostrar nuestra preocupación por los demás.