sábado, 9 de enero de 2016

El Señor está cerca



La segunda mitad del versículo 5 en Filipenses 4 me trae un gran consuelo y esperanza:

El Señor está cerca. Filipenses 4: 5b

En un mundo que parece estar cayéndose a pedazos y cuando el miedo nos arrastra hacia la oscuridad, recordar que el Señor está cerca calma mi ansiedad y me devuelve una sensación de paz que me ayuda a seguir adelante ... que me ayuda a poner un pie delante del otro incluso cuando no tengo motivación ni siquiera para levantarme.

Saber y recordar que el Señor está cerca de mí, me ayuda a incrementar mi confianza en Él. Su presencia es lo que necesito para poder decir que confío en Él plenamente.

Confío en que Él está aquí conmigo. Confío en que Él nunca me abandona. Confío en que Su mano está lista para sacarme del pozo si me caigo. Confío en que Sus brazos están abiertos, esperando para abrazarme cuando estoy sola. Confío en que Su Luz brilla cuando estoy en la oscuridad. Mejor aún, confío en que no hay soledad ... no hay prisiones ... no hay tinieblas en Él.

Resuelvo decir: Confío en Ti, Jesús, sin importar mis circunstancias. Confío en Ti, sin importar lo que nos pase a mí o a mis seres queridos. Confío en que Tú tienes un plan perfecto para mí, aunque yo no lo entienda. Confío en que me amas. Confío en que estás cerca. Por favor déjame sentir Tu presencia ... Por favor, hazme sentir tu abrazo, ver tu luz y sentir tu mano.

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