martes, 8 de septiembre de 2015

La Ansiedad que nos Quita la Paz



Por definición, la palabra "ansioso" tiene una mala connotación. Por ejemplo, la definición que se puede encontrar en el diccionario en línea gratis dice: preocupado y tenso debido a una posible desgracia, peligro, etc .; inquieto.

En otras palabras, no es bueno para nadie estar ansioso. No es bueno para un cristiano estar ansioso. La preocupación es el elemento principal de la ansiedad y Cristo mismo nos dice que no nos preocupemos por nada (Mateo 6: 25-34). No debemos preocuparnos acerca de nuestras vidas, lo que vamos a comer, beber, usar, ¡nada! Él se encarga de todo, mira a los lirios y a los pájaros; con sus vestidos hermosos y creciendo silvestremente...¿es que acaso no valemos más que ellos? Todo va a estar bien...Estas palabras resuenan en mi mente a cada momento, sin embargo…

… no puedo evitarlo ...me preocupo ... sigo dejando que la ansiedad me haga su esclava.

Soy una mujer ansiosa por naturaleza. A veces me pregunto si la ansiedad y la feminidad están vinculadas genéticamente??? "Dios me hizo así," me digo constantemente para justificarme. La pregunta es, ¿quiere acaso Dios que yo me quede de esta manera? ¿O Él tiene un plan de transformación para mí y para su gloria?

Tengo que creer que Él está trabajando arduamente en mí para cambiarme. Tengo que creer que yo estoy en el medio de una gran transformación. Él nos prometió su paz, aun cuando no podíamos entender cómo o de dónde provendría, Dijo que su paz estaría con nosotros, y elijo creer Su Palabra.

No puedo vencer mis fallas yo misma. Está fuera de mi poder cambiar sin su ayuda. Pero una cosa es segura, cuento con la opción de confiar en Él. Él se acerca a mí con su palabra y debo aferrarme a Su Santo Brazo con todo lo que tengo. Él me sostiene. Su gracia es realmente suficiente. Yo lo busco y Él me encuentra, porque Él comenzó a buscarme primero. Esa es la única razón por la que sé que tengo que buscarlo a Él ... esa es la única razón por la que puedo amarlo ... porque Él lo hizo primero.

Soy una mujer ansiosa y me siento agotada. Pero al mismo tiempo estoy en medio de mi viaje. Estoy en medio de la gran aventura que es buscar Su rostro y encontrar Su paz.

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. 
Filipenses 4: 6-7

Este es un mandato para nosotros ... y la única forma de acatarlo es a través de la transformación que nos brinda tener al Espíritu Santo en nuestros corazones:

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. 
2 Corintios 3: 17-18

Que el Espíritu Santo nos ilumine y nos muestre el camino hacia Él.  Y que podamos descansar seguros de que Él, como el Jardinero Divino de nuestra alma, crece sus frutos en nuestro interior con cada día que pasa.

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