Demostramos nuestra confianza en Dios en la forma de servir y cuidar de los demás ... en nuestra disposición de entrega y en nuestro desapego a nuestras posesiones más preciadas. Y las posesiones no son sólo las cosas materiales. Expresamos nuestra confianza en el Gran Proveedor Divino cuando estamos dispuestos a servir a nuestros hermanos y hermanas, ofreciendo nuestro tiempo, nuestros pensamientos, nuestros talentos, nuestras oraciones e incluso nuestros seres queridos.
10 Me alegro muchísimo en el Señor de que al fin hayan vuelto a interesarse en mí. Claro está que tenían interés, sólo que no habían tenido la oportunidad de demostrarlo.
14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi angustia.
17 No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, sino que trato de aumentar el crédito a su cuenta. 18 Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado.
Filipenses 4: 10, 14, 17-18
Esta combinación de versos de Filipenses 4 me lleva de vuelta hace dos años. Yo estaba entrando en un proceso de tratamiento para el cáncer de tiroides, que a pesar de que no es tan devastadora como otros tipos de tratamientos ... fue, no obstante, una experiencia aterradora.
Como parte del tratamiento, tuve que estar aislada durante 5 días. Pasé esos cinco días en una casa sola. Sin embargo, no estaba sola. A través de las horas y los días, sentí una efusión de amor y oraciones que me cubrieron y me sostuvieron durante todo el proceso. Queridos amigos de mi casa-iglesia me trajeron comidas todos los días. Y los miembros de la nueva iglesia que habíamos empezado a asistir después de trasladarnos a otra ciudad, trajeron comidas a mi marido e hijos quienes se quedaron en casa mientras yo estaba aislada en otra residencia. Recibí notas de aliento y mensajes de esperanza en tarjetas, llamadas telefónicas, correos electrónicos y textos. La presencia del Espíritu Santo fue evidente a mi alrededor, en presencia de los que se tomaron el tiempo para expresar su amor en la ofrenda de sí mismos hacia mí en mi hora de necesidad. Desde luego, "gocé mucho en el Señor", cuando mis amigos mostraron su preocupación por mí. Y estoy segura; sus gestos eran, de hecho, "una ofrenda fragante, un sacrificio aceptable y agradable a Dios."
A medida que continúan compartiendo mis problemas, poco a poco, los actos de bondad de los que me rodean han contribuido a ayudarme en mi caminar hacia la confianza completa en El Señor... hacia la confianza total en su provisión. Oro para que, del mismo modo, a medida que continúo en mi camino, yo también aprenda que, al compartir los problemas de aquellos que van junto a mí en mi viaje, estoy cada vez más cerca de cruzar el umbral de la puerta hacia la plena confianza en Dios…porque Él es Digno y Fiel.
Que nuestra confianza y fe en nuestro Padre Celestial crezca más fuerte con cada oportunidad que tenemos para mostrar nuestra preocupación por los demás.