Con viejos amigos en mente ... eso sí, no me refiero a viejos de edad, que quede claro, ¿de acuerdo? Estoy hablando de los amigos que han estado en mi vida desde hace mucho tiempo ... aunque en realidad, pensándolo bien, eso puede significar viejo de edad al fin y al cabo je, je…
De todos modos, estaba pensando en lo increíble que es el que Dios me haya dado la bendición d tener amistades que me han acompañado a lo largo de toda mi vida. Amigos que, a pesar del hecho de que realmente me conocen bastante bien, con todo lo que eso significa e implica, todavía no se arrepienten de admitir que son mis amigos. ¡Eso para mí es un milagro! La colección de vicios ocultos y no tan ocultos que tengo me convierte en un riesgo alto cuando se trata de mantenerme como amiga. Pero estas personas se adhieren gentilmente a mí, aunque yo soy un desastre total ... y, a menudo, una gran farsante.
Y como si este hecho no fuera lo suficientemente increíble, pensemos ahora en Dios y en como Él nos llama amigos…en como Él es nuestro más antiguo y más confiable amigo. Al detenernos a pensar en esta verdad deberíamos sentirnos desbordados del asombro y completamente maravillados. El mismo Dios que creó las galaxias y todo lo que existe no sólo me ha creado tal y como soy, pero me conoce…me conoce profundamente. Dios me conoce por mi nombre desde antes de que me formara en el vientre de mi madre ... Tal verdad es alucinante…
Antes de nacer el Señor me llamó;
desde el vientre de mi madre que ha hablado mi nombre.
Isaías 49: 1b
No sólo Dios no se preocupa del que dirán al admitir que Él nos conoce, sino que incluso ¡nos reclama como suyos!
"Soy el buen pastor; Conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí."
Juan 10:14
¡Realmente insondable!
Mis amigos pueden saber mucho sobre mí. Sin embargo, es más bien imposible que alguien pueda conocer verdaderamente todo sobre otra persona. Dios, sin embargo, sabe todo sobre mí. Él conoce mis secretos más profundos y oscuros y. Él conoce mis motivos (UFF!). Él conoce mis deseos (uff doble!). Él conoce mi corazón ... suspiro ... y aun así, Él todavía me ama ... Dios me ama tanto que mandó a Cristo para morir por mí.
Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5: 8
Honestamente, hay tanto pecado en mí que temo que si yo hubiera vivido durante el tiempo en que Jesús caminó por la tierra, yo habría estado entre el populacho que gritaba ¡crucifícalo!
Sin embargo, a Él no le importa. Y la principal razón por la cual a Él no le importa es porque Él es el Salvador, no yo. Si yo fuera buena, justa y perfecta, yo no lo necesitaría. No hubiéramos necesitado que Jesús muriera si pudiéramos haber hecho todo por nuestra cuenta. Pero no somos el Salvador ... somos los salvados. Nosotros no somos el Pastor ... somos las ovejas. Y al igual que las ovejas en el campo, estamos perdidos sin el amor, el cuidado y la proximidad de nuestro Buen Pastor.
Oro para que nunca olvidemos esta verdad ... este misterio milagroso que es el amor de Dios por nosotros. Oro para que siempre recordemos que Cristo es El Dios con Nosotros. Y para que cada vez que nos sintamos solos, con miedo, abandonados, perdidos o no amados recordemos que tenemos al menos un viejo amigo que nos ama tanto, que permitió que clavos fueran martillados en su carne, para salvarnos.